El Gobierno vasco prepara un decreto que obliga al uso preferente de tecnología de código abierto.
La Administración pública reutilizará software y liberará en un directorio las aplicaciones que use.
La Comisión Europea lleva varios años impulsando y promoviendo el uso de software libre -aquel que puede ser usado, copiado, estudiado, modificado, y redistribuido libremente- porque considera que las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) impulsan la creación de valor y que las soluciones abiertas y accesibles hacen más fácil ese objetivo. Dentro de este impulso de las plataformas abiertas se inscriben muchas iniciativas... algunas de ellas en el País Vasco, donde ahora se prepara un decreto que impondrá el software libre como opción prioritaria de la administración pública.
La página web de la Hacienda Foral de Bizkaia facilita a los contribuyentes programas informáticos para la declaración y liquidación de sus impuestos. En principio esos programas solo estaban disponibles para Windows, pero gracias al acuerdo de colaboración con la Asociación de Empresas de Software Libre de Euskadi (ESLE) ahora utilizan -en uno de los programas de ayuda- una aplicación multiplataforma que los hace accesibles para usuarios de otros entornos (Linux, Mackintosh, etc.). Además, ese programa multiplataforma se desarrolló exclusivamente con tecnologías libres y su código está liberado. Por eso este caso sirve de ejemplo para ilustrar los beneficios y el gran potencial que encierra la colaboración entre las administraciones públicas y las empresas dedicadas al software libre o de fuentes abiertas.
En breve ese camino de colaboración emprendido en el País Vasco va a registrar un avance significativo gracias a la tramitación de un decreto que obligará a todos los departamentos del Gobierno vasco y sus sociedades dependientes a buscar la reutilización del software a medida que necesiten, recurriendo para ello al código abierto, y también a la posterior liberación -en un directorio que se creará al efecto- de todas las aplicaciones que se desarrollen para la administración pública. Este decreto, que conduce a la administración vasca por la senda del uso prioritario del software libre para sus aplicaciones informáticas, generará, además de importantes ahorros económicos, un campo de trabajo muy amplio para el sector tecnológico de Euskadi. "El decreto proporcionará al sector TIC del País Vasco la posibilidad de ponerse a la vanguardia de la industria del software libre", explica Eunate Ramírez, gerente de ESLE.
COMUNIDAD PIONERA
De esta forma, la CAV va a ser pionera en la regulación del uso del software libre por parte de la administración pública y seguramente servirá de ejemplo a otros gobiernos autonómicos. El decreto, que obligará al uso preferente de estas tecnologías y a la liberación del código de las aplicaciones que se desarrollen, está actualmente en tramitación y la previsión es que pueda ser aprobado en los próximos meses. Se trata de una regulación que tendrá un gran impacto y supone una apuesta fuerte por las tecnologías libres.
En el año 2010 la cifra de negocio derivada de la venta de productos de software libre superó en el Estado español los 776,8 millones de euros. En la Unión Europea las actividades relacionadas con este sector facturaron en torno a los 263.000 millones, y se estima que en el año 2013 tendrá una contribución estimada al PIB comunitario del 4%. Estas cifras dan una idea de la importancia económica del software libre dentro del subsector tecnológico de los servicios informáticos.
"Creemos que el valor principal del decreto es que abre la posibilidad de que el código que se genera en la administración vasca pueda ser reutilizado por las empresas, tanto las que están dentro del sector del software libre como el resto del sector tecnológico, y con este código que tenemos liberado con una licencia que permite su reutilización comercial se puede crear valor no solo en la primera contratación sino también en las posteriores", apunta David Olmos, presidente de ESLE.
AHORRO DE COSTES
En una época en la que es importante exprimir los presupuestos y encontrar vías de ahorro, el uso preferente del software libre aún parece más relevante, pero la trascendencia del paso que va a dar la CAV va más allá de reducir el gasto del sector público en aplicaciones informáticas. Tras explicar que en el software de fuentes abiertas el desarrollo y mantenimiento de las aplicaciones no lo tienen en exclusiva las empresas que las crearon, Eunate Ramírez destaca que otra diferencia entre el software libre y el privativo es que en los productos del segundo tipo "nunca sabes qué hay dentro de lo que estás usando". En el caso del consumo de servicios informáticos por parte de la administración pública resulta que "compra muchas veces las mismas aplicaciones y paga una y otra vez por productos que están cerrados y empaquetados". "Si la administración pública adoptara aplicaciones libres como sus aplicaciones estándar de uso, se encontraría con que muchas de ellas son reutilizables y que la propia administración las puede reconvertir. De esa forma ya no tiene que gastar tanto dinero en desarrollo de software, pues le bastaría con evolucionar la aplicación", señala la gerente de ESLE.
David Olmos puntualiza que "el software libre permite ahorros, pero a priori no es ni más barato ni más caro que el cerrado o privativo". Sin embargo -añade- "permite que el dinero se invierta en otros sitios. El coste de hora del software de fuentes abiertas es similar al de un mercado cerrado lo que pasa es que permite su reutilización y la participación y colaboración de muchas entidades, por lo tanto, a la larga sale más barato y es uno de los puntos que tiene a su favor". En opinión de Olmos el código abierto facilita una mejor redistribución del volumen de negocio que genera y facilita el acceso de las empresas locales. Frente a esto está el predominio de las grandes multinacionales como Microsoft o Apple en el negocio del software cerrado.
Un primer impacto del decreto es la reducción de costes, que será evaluada por un observatorio que creará ESLE. Otro es la actividad y los desarrollos que puede generar una liberación masiva de líneas de código disponibles para ser reutilizadas y evolucionadas por las empresas tecnológicas vascas. "Lo que vamos a impulsar desde el País Vasco -dice Ramírez- es la puesta en producción a gran escala de la liberación de software y todo lo que el tejido TIC puede generar alrededor de ese código liberado".
Fuente: Noticias de Bizkaia
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| David Olmos y Eunate Ramírez, presidente y gerente de la Asociación de
Empresas de Software Libre de Euskadi, en la sede. (Foto: oskar martinez) |
La página web de la Hacienda Foral de Bizkaia facilita a los contribuyentes programas informáticos para la declaración y liquidación de sus impuestos. En principio esos programas solo estaban disponibles para Windows, pero gracias al acuerdo de colaboración con la Asociación de Empresas de Software Libre de Euskadi (ESLE) ahora utilizan -en uno de los programas de ayuda- una aplicación multiplataforma que los hace accesibles para usuarios de otros entornos (Linux, Mackintosh, etc.). Además, ese programa multiplataforma se desarrolló exclusivamente con tecnologías libres y su código está liberado. Por eso este caso sirve de ejemplo para ilustrar los beneficios y el gran potencial que encierra la colaboración entre las administraciones públicas y las empresas dedicadas al software libre o de fuentes abiertas.
En breve ese camino de colaboración emprendido en el País Vasco va a registrar un avance significativo gracias a la tramitación de un decreto que obligará a todos los departamentos del Gobierno vasco y sus sociedades dependientes a buscar la reutilización del software a medida que necesiten, recurriendo para ello al código abierto, y también a la posterior liberación -en un directorio que se creará al efecto- de todas las aplicaciones que se desarrollen para la administración pública. Este decreto, que conduce a la administración vasca por la senda del uso prioritario del software libre para sus aplicaciones informáticas, generará, además de importantes ahorros económicos, un campo de trabajo muy amplio para el sector tecnológico de Euskadi. "El decreto proporcionará al sector TIC del País Vasco la posibilidad de ponerse a la vanguardia de la industria del software libre", explica Eunate Ramírez, gerente de ESLE.
COMUNIDAD PIONERA
De esta forma, la CAV va a ser pionera en la regulación del uso del software libre por parte de la administración pública y seguramente servirá de ejemplo a otros gobiernos autonómicos. El decreto, que obligará al uso preferente de estas tecnologías y a la liberación del código de las aplicaciones que se desarrollen, está actualmente en tramitación y la previsión es que pueda ser aprobado en los próximos meses. Se trata de una regulación que tendrá un gran impacto y supone una apuesta fuerte por las tecnologías libres.
En el año 2010 la cifra de negocio derivada de la venta de productos de software libre superó en el Estado español los 776,8 millones de euros. En la Unión Europea las actividades relacionadas con este sector facturaron en torno a los 263.000 millones, y se estima que en el año 2013 tendrá una contribución estimada al PIB comunitario del 4%. Estas cifras dan una idea de la importancia económica del software libre dentro del subsector tecnológico de los servicios informáticos.
"Creemos que el valor principal del decreto es que abre la posibilidad de que el código que se genera en la administración vasca pueda ser reutilizado por las empresas, tanto las que están dentro del sector del software libre como el resto del sector tecnológico, y con este código que tenemos liberado con una licencia que permite su reutilización comercial se puede crear valor no solo en la primera contratación sino también en las posteriores", apunta David Olmos, presidente de ESLE.
AHORRO DE COSTES
En una época en la que es importante exprimir los presupuestos y encontrar vías de ahorro, el uso preferente del software libre aún parece más relevante, pero la trascendencia del paso que va a dar la CAV va más allá de reducir el gasto del sector público en aplicaciones informáticas. Tras explicar que en el software de fuentes abiertas el desarrollo y mantenimiento de las aplicaciones no lo tienen en exclusiva las empresas que las crearon, Eunate Ramírez destaca que otra diferencia entre el software libre y el privativo es que en los productos del segundo tipo "nunca sabes qué hay dentro de lo que estás usando". En el caso del consumo de servicios informáticos por parte de la administración pública resulta que "compra muchas veces las mismas aplicaciones y paga una y otra vez por productos que están cerrados y empaquetados". "Si la administración pública adoptara aplicaciones libres como sus aplicaciones estándar de uso, se encontraría con que muchas de ellas son reutilizables y que la propia administración las puede reconvertir. De esa forma ya no tiene que gastar tanto dinero en desarrollo de software, pues le bastaría con evolucionar la aplicación", señala la gerente de ESLE.
David Olmos puntualiza que "el software libre permite ahorros, pero a priori no es ni más barato ni más caro que el cerrado o privativo". Sin embargo -añade- "permite que el dinero se invierta en otros sitios. El coste de hora del software de fuentes abiertas es similar al de un mercado cerrado lo que pasa es que permite su reutilización y la participación y colaboración de muchas entidades, por lo tanto, a la larga sale más barato y es uno de los puntos que tiene a su favor". En opinión de Olmos el código abierto facilita una mejor redistribución del volumen de negocio que genera y facilita el acceso de las empresas locales. Frente a esto está el predominio de las grandes multinacionales como Microsoft o Apple en el negocio del software cerrado.
Un primer impacto del decreto es la reducción de costes, que será evaluada por un observatorio que creará ESLE. Otro es la actividad y los desarrollos que puede generar una liberación masiva de líneas de código disponibles para ser reutilizadas y evolucionadas por las empresas tecnológicas vascas. "Lo que vamos a impulsar desde el País Vasco -dice Ramírez- es la puesta en producción a gran escala de la liberación de software y todo lo que el tejido TIC puede generar alrededor de ese código liberado".
Fuente: Noticias de Bizkaia
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